martes, 25 de agosto de 2015

COHERENCE

Investigaciones emergentes en las ‘ciencias cuánticas’ arrojan nueva luz sobre el funcionamiento de la mente/cerebro humano, la consciencia, el sistema nervioso y nuestro diseño genético, el ADN, y nos viene a decir que estamos al borde de una posible evolución cuántica de la especie humana.
Cada uno de nosotros transporta en si mismo alrededor de cien mil millones de “ordenadores” celulares bioeléctricos que filtran y en última instancia interpretan lo que entendemos como nuestra realidad.
El cerebro humano, como conjunto de células nerviosas, funciona como un receptor de frecuencias de múltiples capas. En épocas tempranas de la vida, debido a condicionamientos iniciales, cada receptor se cablea para percibir una determinada frecuencia de onda.
Los receptores cerebrales se sintonizan con determinados patrones de frecuencias de onda, reciben una respuesta de ‘patrón de reconocimiento’ y la interpretan de acuerdo con las percepciones asignadas a esa frecuencia. Es decir, el acto de sintonizar implica escoger de entre las múltiples frecuencias que constantemente nos rodean: como estamos acostumbrados a sintonizar una y otra vez los mismos patrones estamos reforzando un determinado escenario de realidad ignorando patrones desconocidos que también podríamos sintonizar.
Por lo tanto, la percepción se crea dinámicamente, momento a momento mientras el cerebro escanea constantemente las bandas de frecuencia que nos rodean. Pero al sintonizar siempre en la misma frecuencia nos quedamos atrapados dentro de una realidad particular.
El cerebro tiene el propósito de repetir y confirmar lo que ha llegado a ser una creencia. La afirmación “creo lo que veo” es por tanto absolutamente irrelevante.
Por el contrario, solamente vemos o experimentamos lo que creemos, basándonos en nuestro condicionamiento. Depende de qué sentidos se estén utilizando, por ejemplo una abeja no ve la flor, sino la miel; una serpiente verá el dibujo infrarrojo de la flor y un murciélago verá un dibujo de la flor en alta frecuencia.
John Eccles, neurofisiólogo  y ganador del Premio Nobel en 1963  afirma: “en la realidad no hay colores, ni  materia, ni olores, ni belleza, ni  fealdad. Ahí fuera solamente hay un Caldo de Energía; un Caldo de Quantos flotante e indefinido del que creamos nuestro “Verdadero Mundo de la Materia” según nuestro conocimiento, siguiendo nuestras observaciones e interpretación condicionada.”
Eccles desarrolló una filosofía dualista que llamó “dualismo interaccionista”, que mantiene que hay diferentes sustancias en el universo, una física y otra mental.
Al igual que nos hemos acostumbrado a unos patrones particulares de percepción, como especie, también hemos sido colectivamente des-informados acerca de métodos asequibles para cambiar entre diversos patrones y bandas de frecuencia.
El resultado final es que nos hemos hecho inamovibles y dogmáticos en lo que concierne a nuestras ‘creencias’ sensoriales y nos aferramos al pequeño segmento de realidad que percibimos como la totalidad.
Herbert Fröhlich y Fritz Popp al estudiar el patrón energético de los seres vivos, descubrieron que las moléculas vibran al unísono y se comportan como una sola supermolécula, estableciendo un patrón energético COHERENTE Y ÚNICO.
Esto constituye la clave para asegurar que el ser humano es un complejo cuántico que posee la capacidad de conexión e interacción con el universo,  y que su equilibrio, bienestar y salud dependen (como en el caso de una conexión a internet) de la calidad de recepción y emisión de dicha señal.
Coherencia Cuántica
Ya sabemos que el cuerpo humano es un flujo constante de miles de interacciones y procesos químico/biológicos que conectan moléculas, células, órganos y fluidos, a través del cerebro, el cuerpo y el sistema nervioso. Hasta hace poco se pensaba que todas estas incontables interacciones funcionaban como una secuencia lineal, sin embargo, los últimos hallazgos de la biología cuántica y de la biofísica han descubierto que, de hecho, existe un extraordinario grado de coherencia entre todos los sistemas vivientes. Es decir que lo que le pasa a un ser vivo influye al mismo tiempo en todos los demás.
En este sentido la capacidad innata para la evolución de las especies no se basa en el individuo sino más bien en los sistemas vivientes  vinculados dentro de un TODO coherente.
Los sistemas vivientes, ser humano, plantas, animales, ríos, etc. no son ni sujetos solitarios ni objetos aislados, sino objetos y sujetos dentro de un universo de sentido mutuamente comunicado constantemente.
De la misma manera que las células de un organismo se encargan de diferentes tareas para la totalidad del mismo, las diferentes poblaciones estructuran la información no sólo para sí mismas sino para todos los demás organismos, expandiendo la consciencia de la totalidad.


Neurona espejo
Una ‘neurona espejo’ es una neurona cerebral que se activa cuando un ser vivo (como el ser humano y otros animales como primates y mamíferos) ve la acción de otro. En otras palabras, en un individuo que ve a otra persona comiendo una manzana se dispararán exactamente las mismas neuronas cerebrales que lo harían si fuese ella misma quien la estuviera comiendo. En humanos se ha encontrado que esta conducta neuronal tiene lugar en el cortex premotor y en el cortex parietal inferior
De igual modo, si consideramos que nuestros cuerpos están entrelazados mediante un campo de resonancia eléctrica de biofotones, se explica cómo somos afectados y afectamos a otros.  Esta información resulta relevante cuando pensamos en un cambio hacia una empatía incrementada entre las personas, tanto cercanas como distantes (vía comunicación digital), así como en la posibilidad de catalizar futuras capacidades para la comunicación telepática entre individuos. 
El impacto de la física cuántica en las nuevas tecnologías es importante ya que la criptografía cuántica, nos dice que si dos de las partes que quieren comunicarse están dispuestas a compartir un código prácticamente indescifrable, pueden hacerlo. Faltan pocas décadas para que los ordenadores cuánticos transformen nuestros sistemas de gestión y nuestro cerebro.
Para finalizar les recomiendo la película Coherence, una obra maestra del cine actual, sin comentarios, hay que verla.

miércoles, 17 de junio de 2015

EXTASIS Y ESTADOS ALTERADOS DE CONSCIENCIA. BASES NEUROLÓGICAS

“Quiso el Señor que viese aquí algunas veces esta visión: veía un ángel cabe mí hacia el lado izquierdo, en forma corporal, lo que no suelo ver sino por maravilla; aunque muchas veces se me representan ángeles, es sin verlos, sino como la visión pasada que dije primero. En esta visión quiso el Señor le viese así: no era grande, sino pequeño, hermoso mucho, el rostro tan encendido que parecía de los ángeles muy subidos que parecen todos se abrasan (…….) Veíale en las manos un dardo de oro largo, y al fin del hierro me parecía tener un poco de fuego. Este me parecía meter por el corazón algunas veces y que me llegaba a las entrañas. Al sacarle, me parecía las llevaba consigo, y me dejaba toda abrasada (…). Era tan grande el dolor, que me hacía dar aquellos quejidos, y tan excesiva la suavidad que me pone este grandísimo dolor, que no hay desear que se quite, ni se contenta el alma con menos que Dios. No es dolor corporal sino espiritual, aunque no deja de participar el cuerpo algo, y aun harto. Es un requiebro tan suave que pasa entre el alma y Dios, que suplico yo a su bondad lo dé a gustar a quien pensare que miento”. 
Libro de la Vida, Cap 29, 13. Teresa de Jesús
De esta forma describe Teresa de Cepeda una de las más impresionantes visiones alcanzada en estado de éxtasis. La convicción, el sacrificio, aislamiento y  oración, unido a una estructura cerebral epiléptica propiciaron que esta mujer alcanzara las experiencias místicas espirituales más importantes de la historia.
Desde la noche de los tiempos, han existido individuos que, de forma espontánea o provocada, logran alcanzar lo que hoy se define como ‘estados modificados de la conciencia, para así trascender lo mundano y penetrar en una dimensión espiritual. El éxtasis místico, no es algo localizado en un solo contexto, se da en todas las sociedades convirtiéndose un fenómeno transcultural.
La “epilepsia de Dostoievski’
En el caso de Teresa de Cepeda, se ha demostrado la similitud con los episodios experimentados por Fedor Dostoievski, por lo que sus casos se estudian paralelamente y se etiquetan clínicamente como ‘epilepsia de Dostoievski’
Fedor Dostoievski describió con tanta precisión sus auras epilépticas placenteras que las crisis extáticas de placer y felicidad se conocen también con el epónimo de "crisis de Dostoievski".
En su excelente libro “Teresa de Jesús, una ilustre epiléptica” el neurólogo García-Albea, examina la patografía presente en los escritos de la religiosa, enfatizando en la descripción de sus ‘arrobamientos’ o éxtasis. 
García-Albea describe una secuencia estereotipada de los éxtasis, en función de los rasgos que se repiten con mayor frecuencia. Así, quedarían caracterizados por su aparición súbita e inesperada, corta duración, presentación espaciada en períodos, contenido preponderantemente psíquico o sensorial, alteración de la atención y la conciencia, importante dificultad para el movimiento, así como por la emergencia de alucinaciones, destacando, en éstas, su complejidad (multisensoriales, nítidas y con autoconciencia de ellas), su carácter afectivo positivo (aunque con cierta dualidad entre placer-dolor, angustia-tranquilidad, miedo-placidez).
Con frecuencia se inician en el hemicampo visual izquierdo. Todo esto, junto con sus antecedentes y otras consideraciones, hace concluir el diagnóstico de Teresa de Cepeda como “crisis extáticas o de Dostoievski” con posible origen en el lóbulo temporal derecho, quizá secundarias a cisticercosis cerebral.
El caso es similar al del novelista ruso Fiodor Dostoievski, quien, a través de algunos de sus personajes literarios, expresaba sus propias vivencias epilépticas consideradas como episodios extáticos. La relevancia de este caso ha generado diversos estudios, entre los que destaca el realizado por el epileptólogo Gastaut, quien asegura que la etiqueta clínica de la ‘epilepsia de Dostoievski’, se caracteriza por la presencia de episodios paroxísticos y recurrentes, trastornos psíquicos, predominio de sentimientos positivos e intensos como bienestar, placer, plenitud, etc., sin referencias sexuales, desembocando, con frecuencia, en un ‘éxtasis’ o en alucinaciones.
El novelista a través de sus personajes, como el príncipe Mishkin en la obra “El idiota”, describe sus propias experiencias:
“Durante unos momentos antes del ataque, experimento una tal sensación de felicidad imposible de imaginar en un estado normal y del que otra gente no tiene idea. Me siento en total armonía conmigo y con el mundo entero, y esta sensación es tan fuerte y tan deliciosa que por unos segundos de tal bendición daría uno gustoso diez años de su propia vida, si no de la vida entera”.
Antes de los “ataques” experimentaba esta sensación:
“Hay momentos, y es sólo cuestión de cinco o seis segundos, en que sientes la presencia de la armonía eterna..., es terrible la aterradora claridad con que se manifiesta y el éxtasis que te inunda. Si este estado durara más de cinco segundos, el alma no podría soportarlo y tendría que desaparecer. Durante esos cinco segundos vivo una existencia humana completa, y por ellos daría toda mi vida, y no creo estar pagándolo demasiado caro...”
Se vuelve a repetir las mismas sensaciones : “la unión del yo con el todo”, “sensación de unidad con el universo que proporciona una inmensa felicidad”.
Bases neurológicas de la espiritualidad epiléptica
Son varios los hallazgos anatomofuncionales que dan razón a la específica experiencia espiritual vinculada a la epilepsia.
Las experiencias espirituales ictales representan un tipo de ataque extático, predominantemente ligado a crisis focales del lóbulo temporal. La caracterización de estos ataques puede incluir una intensa emoción derivada de la sensación de presencia de la divinidad, la vivencia de estar conectado con el infinito, una profunda emoción descrita como alegría, placer o satisfacción,  alucinaciones auditivas a modo de voces divinas, alucinaciones visuales sobre percepción de figuras religiosas, convicción de capacitación para el ejercicio de la clarividencia y la telepatía, así como una conducta estereotipada basada en la repetición de sentencias de carácter religioso
De entre el número de casos recogidos en los estudios, hasta el 86% fueron identificadas como crisis focalizadas del lóbulo temporal.
Los focos de las crisis fueron equitativamente distribuidos entre los hemisferios derecho e izquierdo en los casos con alucinaciones visuales consistentes en estar visualizándose como duplicado, siendo algo más preponderante el derecho durante los fenómenos de experiencia extracorporal.
Las experiencias espirituales más intensas ocurren, muy frecuentemente, durante la denominada psicosis postictal. En contraste con la fugacidad de la fenomenología ictal, que abarca segundos o minutos, los síntomas postictales suelen prolongarse en el tiempo, llegando a alcanzar desde varias horas hasta algunos días.
Las conversiones religiosas postictales aparecen bien documentadas en la bibliografía científica; se ha constatado la existencia de casos de pacientes con  ELT ( Epilépsia del Lóbulo Temporal) que sufrieron conversiones religiosas súbitas y quedó patente una clara relación temporal entre la conversión y el padecimiento de la primera crisis. En este caso, el dictamen clínico sugirió identificar la conversión religiosa como parte del estado postictal.
A diferencia del tipo de experiencia espiritual propia de los fenómenos ictal y postictal, definida por un marcado tono místico-emocional, el período interictal se caracterizaría por una exacerbación de la convicción religiosa (valores y principios) en el individuo.
Existiendo alteraciones corticales que justifican los fenómenos de carácter espiritual, ictales y postictales, se postula una disfunción en el sistema límbico como causa más directamente asociada al componente emocional de estas experiencias.
Otros místicos. Experiencias similares
Probablemente uno de los místicos más importantes de la historia fue “Ibn Arabi”, representante del misticismo musulmán sufí. El ansia de saber le condujo a una vida viajera, recorriendo primero su Al-Andalús natal y luego el Norte de África visitando a los diferentes grupos sufíes. La belleza de sus escritos, contemplaciones y visiones de dios, le han otorgado el título de propagador de la “religión del amor”; admitió la equivalencia de todas las creencias religiosas.
Ahora mi corazón es capaz
de adoptar todas las formas:
es un prado para las gacelas
y un claustro para los monjes cristianos,
templo para los ídolos
y la Kaaba para los peregrinos,
es recipiente para las tablas de la Torá
y los versos del Corán.
Porque mi religión es el amor.
Da igual,
a dónde vaya la caravana del amor,
su camino es la senda de mi fe.


Con toda probabilidad Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz bebieron de las fuentes de Ibn Arabí, cuyas obras llegaron a conocer en profundidad.
Existen asombrosas similitudes:
“Cuando el secreto se mostró en mi entraña se extinguió mi existencia mi estrella se ocultó;
por el misterio del Señor mudóse el corazón; del cuerpo todo rastro de sentido perdí, quedando ausente;
y vine desde Él, por Él y a Él, a bordo de la nave de mi resolución,
en cuyo mástil desplegué las velas de interna reflexión, en alta mar de mi saber velado;
y al soplo de los vientos de mi anhelo; como una flecha el mar atravesó
y el mar de la proximidad crucé, hasta que vi de modo manifiesto a Quien aquí no nombro.
Clamé entonces diciendo: ¡Ay Tú, a quien mi corazón contempla!
¡Haz que en las suertes saque una flecha que gane Vuestro amor!
¡Tú eres mi solaz y mi festejo, mi meta en la pasión y mi triunfo!
Ibn Arabi
En la cultura oriental se observan idénticos estados de iluminación o éxtasis místico; es interesante para ver esta similitud el siguiente relato de un maestro yogui, donde nos relata el trance conseguido con la meditación:
“Cuando inicié mi sadhana (ejercicio espiritual contemplativo) estaba sentado normalmente; entonces sentí que mi cuerpo adquiría proporciones gigantescas. Sentí un estremecimiento gozoso; miré a mi cuerpo, pero todo era normal. Así pues, tuve la impresión de que algo inusitado me había acontecido. Esa fue mi primera experiencia y me sentía fuertemente fascinado. Continué ejercitándome, pues resultaba bien fácil cierto modo de respirar de manera diferente. Tras algún tiempo, aparecieron unas luces y tuve la experiencia de un sonido audible para mí. Esto sucedió en un período de uno o dos meses. Tan interesado me hallaba en estas cosas tan inusitadas que me concentré mentalmente todavía más, y un día tuve la experiencia de oír un sonido intenso al mismo tiempo que veía una luz también intensa. Hablé de estas cosas con el maestro y me dijo: `Concentra la mente únicamente en el sonido. Cuando el sonido se produzca en tu interior procura únicamente oírlo'. La próxima vez que lo hice vi cómo el sonido se desvanecía y sentí que una especie de vibración emergía de mi interior y parecía apoderarse de mí y querer levantarme. ¡Me estaba levantando con fuerza! Sentí que iba a morir.
Chaitania santo bengalí del siglo XV, fue el fundador del del krisnaísmo bengalí; es el santo favorito de la secta Hare Krishna, que nos resulta relativamente familiar la vista de miembros de esa secta cantando y danzando por las calles de algunas ciudades occidentales
Estas procesiones musicales fueron iniciadas por Chaitanya, su nombre es sañkirtan; fue inicialmente algo privado, pero más tarde se lanzó a la calle, estremeciendo la ciudad donde Chaitanya vivía. Vemos la descripción de Un saiakirtan tal como la cuenta su biógrafo:
“Después de un intervalo musical, en el que los instrumentos han tocado pausadamente para ayudar al recogimiento y a la concentración mental de los cantores, comienza el canto de himnos. Chaitanya, fuera de sí por la devoción, se levanta y comienza a danzar. Muy pronto sus compañeros se unen a él electrizados por su ejemplo. Chaitanya danza sin parar, alzando los brazos con los ojos puestos en el cielo y exclamando de vez en cuando: `Hari bole', que significa `Aclama a Harí”. Con la duración del baile, el fervor alcanza grados altísimos de frenesí hasta romper en excesos de histeria. Los hombres gritan a voz en cuello hora tras hora, danzan en extático abandono hasta que todo acaba en un sopor de agotamiento. Chaitanya era un modelo de devoción. Cantaba con voz sonora, danzaba con entusiasmo hasta que el sudor manaba de todo su cuerpo y las venas parecían querer saltársele de la frente. Muchas veces el vértigo le derribaba inconsciente y permanecía así por largo tiempo. Otras veces se apoderaba de él algo parecido a un ataque de epilepsia: miembros rígidos, espuma manando de su boca. Al volver en sí, lo hacía con lágrimas y lamentos como quien es arrancado de una experiencia beatificante. En ocasiones, rompía el corro de llorosos y sudorientos devotos y se lanzaba a la carrera hasta caer rendido. También leemos que en el delirio de la excitación trepaba árboles y hacía cabriolas como un orate repitiendo incesantemente el nombre de Krishna.
Ramakrishna, místico hindú del siglo XIX, al que muchos consideran un “avatar” o reencarnación divina,  practicó “ejercicios espirituales” bajo la guía de maestros de las más diversas inspiraciones y orientaciones religiosas, incluidos el cristianismo y el islam. Muchas veces, el mismo biógrafo, para describir gráficamente el ardor con que se exhaltaba por los caminos de su carrera espiritual se ve constreñido a usar palabras como paroxismo, frenéticamente, locamente, arrebatos, espasmos, etc.

“Un día me encontraba deshecho por una angustia intolerable. Mi corazón parecía estrujado como una toalla húmeda. Me sentía descoyuntado por el dolor. Un terrible frenesí se apoderó de mí al pensar que quizás nunca me fuera otorgada la bendición de esa visión divina. Juzgué que en tal caso ya me bastaba con lo vivido. Una espada pendía en el templo de Káll. Mis ojos se pegaron a ella y una idea cruzó mi mente: `La espada... me ayudará a acabar con todo...'. Me abalancé sobre ella y la cogí como un loco. Y entonces... todo el escenario -puertas, ventanas, el templo mismo- se desvaneció de mi vista. Me pareció que nada existía ya. En substitución de todo ello, vi un océano de espíritu inmenso, cegador. Grandes olas luminosas se levantaban en todas direcciones. Se dejaban caer sobre mí con gran estrépito como si intentaran engullirme. En un momento las vi sobre mí. Rompieron contra mí y me engolfaron. Me sentí sofocar. Perdí el conocimiento y me desplomé. No sé cómo pasé aquel día y el siguiente. Un océano de gozo inefable daba vueltas en torno a mí. Y en la profundidad de mi ser experimentaba la presencia de la Madre Divina.
Podemos concluir que existen ciertas circunstancias y técnicas mediante las cuales es posible traspasar a esa “otra realidad” que se vislumbra a través de la experiencia mística. El aislamiento sensorial, la meditación, el ayuno prolongado, la fatiga extrema, la hipnosis profunda, las patologías cerebrales, las drogas psicodélicas como el LSD, etc. pueden conducirnos a un estado de iluminación; en todos los casos, el individuo se siente en unidad y armonía con el mundo, "Uno con Todo" y experimenta un conocimiento que va más allá de lo cotidiano; comprende el significado del universo.

domingo, 10 de mayo de 2015

LSD. ALTERACIÓN QUÍMICA DE LA CONCIENCIA Y EXPERIENCIA MÍSTICA

Albert Hofmann, químico suizo, sintetizó por primera vez el LSD el 16 de noviembre de 1938 durante un programa de investigación dirigido a encontrar  los usos medicinales de alcaloides del grupo ergolina, que se encuentran presentes en el cornezuelo del centeno; las propiedades psicodélicas la descubrió en 1943 siguiendo “un presentimiento”.
Empezó a utilizarse a nivel terapéutico hasta 1962, cuando el congreso de Estados Unidos catalogó al LSD como droga experimental prohibiendo su uso clínico, en 1966 los laboratorios Sandoz dejaron de comercializarla.
La ilegalización del LSD dio lugar a un uso creciente entre la juventud estadounidense y la  experiencia psicodélica se convirtió en uno de los rasgos de identidad del movimiento hippie. En 2008 se reanudó la investigación clínica sobre los efectos terapéuticos del fármaco y actualmente, se desarrollan dos investigaciones en este sentido en Suiza y California.
Experiencia y descubrimiento de Hofmann
Cuando estaba trabajando con el compuesto Hofmann se sintió mareado, en su diario escribió que abandonó el laboratorio y partió a su casa, afectado por “una notable inquietud, combinada con un ligero mareo”; indica que mientras reposaba cayó en un "estado similar a la ebriedad", no desagradable, con una estimulación extraordinaria de la imaginación. En un estado similar al ensueño, con los ojos cerrados contemplaba series ininterrumpidas de “imágenes fantásticas, formas extraordinarias con patrones de colores intensos, caleidoscópicos”. El estado duró unas dos horas y remitió después. Hofmann pensó que estos efectos se debían a que había absorbido accidentalmente una pequeña cantidad de LSD-25 por vía cutánea.
Días después, tomó una dosis mucho mayor para poner a prueba sus efectos; este día pasó a ser conocido más tarde como "el día de la bicicleta".
El Día de la Bicicleta
El 19 de abril de 1943 el doctor Hofmann ingirió a propósito 250 µg de LSD, por su experiencia pensó que podría ser la dosis mínima, posteriormente descubrió que la sustancia tenía una potencia superior a la de casi cualquier otra conocida en la época, por lo que la dosis que se administró era en realidad superior a la que más tarde se aconsejó para fines terapéuticos.
Tras la ingestión sintió que le costaba hablar de forma inteligible y decidió ir a su casa en bicicleta ya que no había automóviles disponibles. Durante el viaje, el estado de Hofmann se agravó, y en su diario escribió que “todo lo que había en su campo de visión ondulaba, distorsionado como una imagen en un espejo cóncavo”, tuvo la sensación de que permanecía inmóvil aunque iba avanzando Cuando llegó a su casa, llamó al médico y pidió leche a su asistenta, que se tomo con total lucidez a pesar de su estado delirante. El médico, no encontró ningún síntoma físico anormal, salvo las pupilas extremadamente dilatadas. En ese momento estaba aterrorizado, pensando que había enloquecido por completo, que su asistenta “era una bruja y que el mobiliario de su casa le amenazaba”.
En su diario, Hofmann refiere que decidieron no medicarlo y enviarlo a la cama. Una vez acostado, el pánico comenzó a dar paso a una sensación de tranquilidad, paz y prosperidad. Los colores y juegos de formas que veía con los ojos cerrados le resultaban ahora placenteros, eran “imágenes fantásticas que surgían, alternándose unas tras otras, abriéndose y cerrándose en círculos y espirales para después explotar en fuentes de color, y comenzar de nuevo, en un flujo incesante”; las impresiones acústicas (como el ruido de un automóvil que pasaba) se transformaban en imágenes. Finalmente se quedó dormido y despertó al día siguiente fresco y con la mente clara. Desayunó con una “sensación de bienestar y vida renovada”, mientras caminaba notó que todos sus sentidos “vibraban con una sensibilidad superior, que duró durante todo el día”.
“LSD: My Problem Child” (LSD: Mi Hijo Problemático) es un libro que Hofmann escribió como un análisis retrospectivo después de casi cuarenta años de su descubrimiento fortuito de este psicoactivo.
Hofmann nunca entendió el sentido ni la utilización que se dio a su descubrimiento y se sorprendió de los impredecibles efectos y de la popularidad que el LSD alcanzó en los años sesenta, lo cual adjudica al materialista estilo de vida estadounidense y a los sentimientos de alineación resultantes. A lo largo del texto se sorprende de estas consecuencias, asegurando que su descubrimiento podía explicar la aparición de una filosofía de vida fundamentada en el uso de drogas que facilitasen una “interiorización” necesaria para ir más allá de las realidades cotidianas. Defiende la utilidad potencial de esta droga afirmando que si se aprendiera a usarla dentro de la práctica médica, en asociación con la meditación, podía llegar a ser una “criatura maravillosa” en lugar de la “criatura problemática” que ha sido hasta ahora. Hofmann dedica un capítulo completo del libro a rechazar el uso inadecuado diciendo tajantemente que: “Hay muchas personas incapaces por constitución o formación de asimilar provechosamente este tipo de experiencia”.
En su excelente libro “Mundo interior, mundo exterior”, aborda el interesante tema de la realidad material y la realidad del espíritu, declarándose “incapaz de superar el dualismo, la idea de que el hombre es el dueño de la naturaleza y puede hacer lo que le plazca con ella y todas las ideas que nos impiden apreciar la unidad esencial de la Vida que hoy nos tiene sumidos en una crisis profunda y potencialmente destructiva si no cambiamos de dirección”. Este cambio en su opinión, puede traerlo “la experiencia mística” que tiene la fuerza suficiente para conmovernos y darnos impulso para modificar nuestra realidad”. Y para alcanzar la experiencia mística propone dos medios: la meditación en cualquiera de sus muchas técnicas probadas por el hombre a lo largo de su búsqueda, o la alteración química de la conciencia. Ambas vías le parecen a Hofmann útiles y positivas, y asegura que no son excluyentes sino complementarias.
Nos habla del cerebro como un sintonizador de la realidad que puede captar varios canales de diferentes realidades y la experiencia de unidad con la divinidad es uno de esos canales; elaboró la teoría, más tarde comprobada científicamente que se puede producir experiencias místicas o espirituales cambiando la configuración química del cerebro.Los ensayos científicos realizados hasta el momento demuestran que el LSD no produce adicción y no es tóxico.
Efectos
Los efectos del LSD en la psique humana son variables y dependen del contexto y de la situación mental en que se encuentre el individuo que la consume.
Según las investigaciones llevadas por el Mental Research Institute (un departamento del Medical Research Institute de California) los efectos psicológicos del LSD se pueden entenderse en niveles distintos.
En el estado de ánimo
Ø  Susceptibilidad emocional que puede llevar tanto a la tristeza intensa como a la euforia.
Ø  Sentimientos de euforia y bienestar que pueden llegar a la omnipotencia.
Ø Descenso de los niveles de ansiedad que puede permitir al individuo hablar de temas que normalmente le son dolorosos o difíciles de afrontar.
Ø  Los eventos que suceden en el momento inmediato pierden interés los eventos del futuro y del pasado.
En comportamiento interpersonal
Ø Mayor interés por las relaciones interpersonales, facilidad para sentirse herido por los demás o ignorado.
Ø Mayor sensibilidad a los estímulos sonoros y visuales en general.
Ø Distorsiones visuales y de la imagen corporal
Ø Sinestesia de todo tipo: música que produce visiones, imágenes visuales que producen olores. El percibir sensaciones gustativas al tocar un objeto con una textura determinada, oír colores o ver sonidos, no es que se tenga la sensación de sentirlo, es que se sienten realmente.
Alteración de la percepción del tiempo, por ejemplo, sentir que el tiempo se detiene, o que el tiempo va hacia atrás o que se acelera; es decir percepción alterada del mundo externo.
Efectos cognitivos
Ø Estimula los procesos del pensamiento, ocasionando el paso acelerado de una idea a otra dando lugar a impulsos creativos.
Experiencias espirituales
Ø  El LSD tiende a producir sentimientos de comprender la vida y la existencia y de unidad con el entorno
ØTendencia a pensar en términos existenciales. Este efecto se ha registrado en tratados científicos y se interpreta como el resultado de la combinación de efectos cognitivos y emocionales.

Algunas personas experimentan escenas retrospectivas (flashbacks), recurrencias de ciertos aspectos de la experiencia psicodélica que tienen lugar sin que el usuario haya tomado de nuevo la droga. Estas recurrencias ocurren súbitamente, sin aviso previo, y puede tener lugar varios días o más de un año después de haber usado LSD. Las escenas retrospectivas pueden ocurrir tanto en personas con un problema subyacente de personalidad como en personas sanas que ocasionalmente usan LSD.
El LSD no deja secuelas que puedan ser apreciables en electroencefalogramas, ni en resonancias magnéticas, ni en pruebas neurológicas puntuales. La investigación tampoco ha corroborado el supuesto deterioro del material genético.

domingo, 22 de marzo de 2015

BIODANZA. LA POESÍA DEL MOVIMIENTO

La biodanza es un sistema de "auto-desarrollo" que utiliza los sentimientos y sensaciones que provocan el movimiento y la música para profundizar e nuestra consciencia. Su creador fue el profesor, antropólogo y psicólogo chileno Ronaldo Toro, la idea surgió en 1965, trabajando en el Centro de Estudios de Antropología Médica (CEAM) de la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile, donde realizaba las primeras investigaciones de los efectos de la música y de la danza con enfermos mentales del  Hospital Psiquiátrico de Santiago. Este Centro tenía entre sus objetivos ensayar diversas técnicas de Psicoterapia para humanizar la medicina, tales como: Psicoterapia de Grupo en la línea de Rogers, Arte-terapia (pintura, teatro), Psicodrama, Gestalt, Musicoterapia, etc. En palabras de Ronaldo Toro:
"Propuse danzas armoniosas y lentas con ojos cerrados, y también danzas euforizantes a partir de ritmos alegres que estimulaban la motricidad (….) se producían cambios extraordinarios  a diferentes niveles: fisiológico, conductual y de adaptación al entorno…”A través de los siglos, hemos ido reduciendo cosas fundamentales para una vida feliz: respirar, caminar, comunicar nuestras emociones y sentimientos, compartir, amar, es decir, nos olvidamos de sentir. La Biodanza tan solo necesita despertar esas funciones innatas del ser humano, que están casi totalmente reprimidas en nuestra civilización y en nuestra escala de valores"
La Biodanza es un medio para el desarrollo de las cualidades humanas, para integrar los potenciales de vínculo, de armonía, de salud, y crear nuevas alternativas para la vida de cada uno. Utiliza el movimiento, la música y la interacción grupal, en un enfoque vivencial, con bases en las ciencias naturales (biología, fisiología, etología). Se aplica tanto para quienes quieren mejorar su calidad de vida, como para grupos especiales (ancianos, niños, empresas, grupos de personas afectadas por dolencias específicas, y otros).
Desde sus inicios, en los años 60, hasta hoy, la Biodanza se ha extendido a casi todos los países del mundo. Actualmente existe una fundación internacional “International Biocentric Foundation”; las escuelas de biodanza con el método de Ronaldo Toro están en casi todos los países y ciudades del mundo.
En la página http://www.biodanza.org/es/ podemos encontrar las escuelas y profesores en nuestra ciudad
En resumen, la base de esta técnica está en buscar la integración entre lo afectivo y el movimiento: nuestros actos deben tener un contenido afectivo, una dimensión emocional. Sentir una cosa, pero hacer otra, incluso contradictoria, sin coherencia existencial, es algo muy frecuente en nuestra sociedad, que provoca graves consecuencias por la falta de eficacia de esos actos, e incluso a nivel de salud física y menta
Ronaldo Toro fundamenta los efectos de la biodanza en 7 poderes. Cada uno de ellos tiene, por sí mismo un efecto transformador, pero relacionados coherentemente constituyen una fuente de factores positivos de extraordinarios efectos.
Los siete poderes de la biodanza

1. EL PODER DE LA MÚSICA
La música puede despertar distintas emociones: alegría, entusiasmo, erotismo, euforia, nostalgia, etc., las cuales, al ser danzadas, se transforman en vivencias”
Desde tiempos inmemoriales, el poder musical es conocido en todas las culturas. Ya hemos visto el empleo de la música por chamanes, monjes y danzarines sufíes para invocar las fuerzas de curación y el vínculo cósmico.
La investigación científica en “musicoterapia” y en “Psicología de la Música” confirma que la música no sólo se vincula con las áreas perceptivas de la sensibilidad y de la innovación, sino que posee poderes de transformación sobre plantas, animales y, en especial, sobre los seres humanos.
En Biodanza, la música es seleccionada para poder estimular los “ecofactores” relacionados con las líneas de vivencia.
La música orgánica, definida como aquella que tiene atributos biológicos como fluidez, armonía, ritmo, tono, unidad de sentido y efectos corporales, tiene el poder de inducir efectos corporales; la selección que se emplea en biodanza obedece a criterios semánticos, vivenciales y emocionales.
Seguidamente os presento un listado de algunas que se emplean en las sesiones de Biodanza, para acompañar determinados ejercicios y que también se utilizan en musicoterapia.
Insomnio:
Ø  Nocturnos de Chopin (op. 9 No. 3) (op. 15 No. 2) (op. 9 n.º 2), Ø  Preludio para la siesta de un Fauno de Debussy, Ø  Canon en Re de Pachelbel
Hipertensión:
Ø  Las cuatro estaciones de Vivaldi, Ø  Serenata nº13 en Sol Mayor de Mozart, Ø  Música acuática de Haendel, Ø  Concierto para violín de Beethoven, Ø  Sinfonía nº8 de Dvorak
Ansiedad:
Ø  Concierto de Aranjuez de Rodrigo, Ø  Las cuatro estaciones de Vivaldi, Ø  La sinfonía Linz, k425 de Mozart
Dolor de Cabeza:
Ø  Sueño de Amor de Liszt, Ø  Serenata de Schubert, Ø  Himno al Sol de Rimsky-Korsakov
Dolor de estómago:
Ø  Música para la Mesa de Telemann, Ø  Concierto de Arpa de Haendel, Ø  Concierto de oboe de Vivaldi
Energéticas:
Ø  La suite Karalia de Sibelius, Ø  Serenata de Cuerdas (op. 48) de Tschaikowsky, Ø  Obertura de Guillermo Tell de Rossini
Para la armonía en el hogar:
Ø  Todo lo de Wolfang Amadeus Mozart

2. EL PODER DE LA DANZA INTEGRADORA
La música se transforma en movimiento corporal, y el danzante entra en la vivencia y se convierte en la propia danza”.
La biodanza posee un repertorio de ejercicios y danzas cuya finalidad es activar los movimientos humanos en forma armónica e integradora. No existen movimientos disociativos sino un conjunto de ejercicios de integración sensorio-motora y afectivo-motora. De igual forma existen otro conjunto de ejercicios formado por danzas sencillas que estimulan vivencias de vitalidad, sexualidad, creatividad, afectividad y trascendencia.
De la combinación música-movimiento-vivencia se desencadenan cambios sutiles en los sistemas límbico - hipotalámico, neurovegetativo, inmunológico y neurotransmisores.

3. EL PODER DE LA VIVENCIA INTEGRADORA
La vivencia es la sensación intensa de estar vivo “aquí-ahora” y posee fuertes componentes corporales y emocionales. Tiene diferentes matices emocionales, tales como euforia, erotismo, ternura, paz interior, etc., esto contribuye a la expresión auténtica de la identidad”
En biodanza se induce a vivencias integradoras, capaces de superar las disociaciones que induce nuestra cultura.
La vivencia es diferente de la emoción, la emoción es una respuesta a estímulos externos y desaparece cuando éstos cesan, la vivencia es una experiencia que abarca la existencia completa, posee efectos profundos y duraderos donde participa el organismo como totalidad e induce el sentimiento de estar vivo, trascendiendo el ego. Es una experiencia “aquí-ahora”.
En nuestra cultura estamos acostumbrados a vivir en estados de disociación psicosomática, es decir, pensamos en algo, lo sentimos pero actuamos de forma diferente a como lo sentimos. En nuestra existencia la unidad suele estar en crisis; es a través de las vivencias cuando se perfeccionan la unidad neurofisiológica y existencial del ser humano.
Estas vivencias nos permiten ser nosotros mismos, ya que las intensas motivaciones instintivas y afectivas son inhibidas por patrones culturales. El abordaje racional de nuestros conflictos no resuelve a fondo las perturbaciones disociativas; tener conciencia de nuestros conflictos no modifica el comportamiento. Es la vivencia de estar vivo, la percepción de nuestro cuerpo y, en suma, la posibilidad de “ser honestamente nosotros mismos” lo que permite una existencia integrada y saludable.
Por eso no se emplea el análisis de conflictos, sino que se estimula la parte sana de nuestra identidad a través de vivencias intensas.

4. EL PODER DE LA CARICIA
“La caricia es la poética del encuentro humano”
La conexión con las personas es esencial en todo acto de rehabilitación o curación, no existe crecimiento solitario, el contacto con otras personas es lo que permite el crecimiento. 
La conexión verbal es insuficiente, es necesario el contacto, un contacto que conlleva un compromiso corporal dentro de un contexto sensible y sutil. La caricia, por lo tanto, no es solo contacto sino conexión. 
Sobre los efectos terapéuticos y pedagógicos de la caricia, actualmente existen múltiples investigaciones científicas, se ha descubierto que el contacto valoriza y da continente afectivo a las personas. Sin embargo no basta el contacto, es necesaria la conexión, es decir que cualquier forma de vínculo físico esté movido por una fuerza afectiva sincera.

5. EL PODER DEL TRANCE O ESTADO ALTERADO DE LA CONSCIENCIA
Los estados alterados de conciencia implican la disminución del ego y la regresión a lo primordial, a lo originario. Con los ejercicios de trance de la Biodanza se consigue un efecto de renovación biológica, porque volvemos a experimentar las sensaciones corporales que sentimos cuando éramos bebés, y las primeras necesidades de protección, nutrición y contacto. Muchos adultos llevan dentro de sí a un niño herido, un niño abandonado, la “reparentalización” permite curarlo en una celebración de este renacimiento.

6. EL PODER DE LA EXPANSIÓN DE LA CONSCIENCIA
“Con la biodanza podemos vivir una “experiencia suprema” descubriendo un nuevo sentido de la vida y la elevación del vínculo con la naturaleza, con otras personas y con nosotros mismo”.
La expansión de conciencia es un estado de percepción que se caracteriza por restablecer el vínculo primordial con el universo; su efecto subjetivo es un sentimiento intenso de unidad con uno mismo y con el cosmos,  activando los mecanismos de los neurotransmisores que existen en el organismo.
El acceso a la “experiencia suprema” requiere una preparación previa así como un nivel superior de integración y madurez, la biodanza induce estados de expansión de conciencia mediante músicas, danzas y ceremonias de encuentro y a través de ejercicios de afectividad y trascendencia.
Los estados de expansión de conciencia tienen un efecto perdurable respecto al sentido de la existencia y al modo de ser en el mundo, y consisten en un éxtasis por toda la creación, sus bosques, animales y en especial las personas.

7. EL PODER DEL GRUPO
La forma de integración del grupo en Biodanza se diferencia radicalmente de la dinámica de grupo tradicional. La Biodanza no es un sistema de comunicación verbal, su poder está en la inducción recíproca de vivencias entre los participantes del grupo. Las situaciones de encuentro tienen el poder de cambiar profundamente actitudes y formas de las humanas.
En biodanza, el grupo proporciona las condiciones de protección, aceptación, autoestima y permisividad necesarias para que la persona se exprese con sinceridad en toda su dimensión, y constituye un campo de interacciones muy intenso.

sábado, 21 de marzo de 2015

LA MEDITACIÓN Y LOS CAMBIOS DE LA ESTRUCTURA CEREBRAL. PLASTICIDAD CEREBRAL

Está demostrado científicamente que durante la meditación tienen lugar cambios funcionales (con aumento de la plasticidad cerebral), que mejoran la coordinación entre las conexiones de los circuitos cerebrales y químicos disminuyendo la actividad metabólica neuronal y aumentando de esta forma la inmunidad; por lo que esta práctica puede ser de gran ayuda en aquellas enfermedades que producen alteración en la atención, depresión, ansiedad, conducta, estrés, etc.
Para poder entender los efectos que produce en el cerebro la meditación, se han llevado a cabo experimentos científicos con resonancias magnéticas y tomando imágenes de la estructura cerebral de diversos voluntarios; se realizaron las pruebas dos semanas antes y dos después de efectuar un curso de meditación de un plazo de ocho semanas, el cual incluía reuniones presenciales y grabaciones para continuar la práctica en sus casas.
El análisis del las imágenes arrojó como resultado un aumento de la densidad de materia gris en el hipocampo, zona asociada al aprendizaje y la memoria. A su vez, hallaron una disminución de la materia gris en la amígdala cerebral, la cual se tradujo en una disminución del estrés de los participantes.
Con estos estudios se puede concluir que la meditación abre las puertas a nuevas terapias en el tratamiento distintos tipos de estrés, dificultades en el aprendizaje, la falta de memoria etc.
Ser conscientes de la plasticidad del cerebro nos coloca en un rol activo a la hora de realizar cambios a través de la práctica de la meditación: gracias a este hallazgo podemos afirmar que contamos con nuevas herramientas para responsabilizarnos de nuestra calidad de vida.
Que la meditación mejore la coordinación entre las neuronas y altere los circuitos cerebrales de forma positiva, ratifica la clara relación entre nuestras neuronas y las emociones.
En estos experimentos también se observó un aumento significativo de la conectividad o plasticidad cerebral a nivel de las fibras de la sustancia blanca, que conectan las estructuras profundas como el tálamo con la corteza parietal superior izquierda (parte del celebro que controla la consciencia de uno mismo).
Todos estos cambios se relacionan con los años de meditación, es decir, a más meditación más se modifican estos elementos.
En otro orden de cosas, los cambios cerebrales que produce la práctica habitual de la meditación en algunos  individuos  tienen puntos en común con los que se observan en el estado de iluminación o éxtasis místico. La estimulación del lóbulo temporal deja vía libre al mundo de las emociones y desconecta todos los circuitos cerebrales situados en los lóbulos parietales que limitan y clasifican lo que viene del exterior, de esta forma, el individuo entra en un estado en el que percibe con extraordinaria  intensidad y riqueza todo lo que le rodea, se pierde el sentido del espacio y del tiempo y es frecuente que se visualicen imágenes extraordinariamente luminosas.
La Plasticidad Cerebral
Entendemos por plasticidad cerebral la capacidad de las células nerviosas para regenerarse anatómica y funcionalmente a consecuencia de estimulaciones ambientales para conseguir una mejor adaptación funcional al medio ambiente El cerebro produce respuestas más complejas en cuanto los estímulos ambientales son más exigentes, para ello, tiene una reserva numérica de neuronas considerable para modular tanto la entrada de la información como la complejidad de las respuestas.
Esto conlleva el desarrollo de una intrincada red de circuitos neuronales que necesitan de grandes concentraciones de neuronas capaces de ajustar las nuevas entradas de la información y reajustar sus conexiones sinápticas (enlaces neuronales). De igual forma que almacena  los recuerdos, interpreta y emite respuestas eficientes ante cualquier estímulo generando nuevos aprendizajes.
La neuroplasticidad permite una mayor capacidad de adaptación a los cambios externos e internos, aumentando sus conexiones con otras neuronas, y haciéndolas estables como consecuencia de la experiencia, el aprendizaje y la estimulación sensorial y cognitiva.
En el siguiente enlace podemos acceder al documental de “Redes” donde se explica la neuroplasticidad de una manera clara