domingo, 5 de agosto de 2018

EL PODER DE LA TRIBU


Antes del 2000 a d C, el sacrificio, incluido  el  humano, era considerado un medio de aplacar la cólera de dios; posteriormente la humanidad evolucionó hasta ocupar un lugar de mayor autoridad respecto a dios, por lo que el sacrifico humano ya no era necesario. La desaparición de la “conciencia de sacrificio” indicaba que la “conciencia humana” se había desarrollado lo suficiente como para que se le diera un valor mayor a la vida y empezara a desarrollarse la “conciencia tribal”. Griegos, romanos, egipcios y todas las culturas de la época, fomentaron la identidad tribal y el sentido de pertenecer a un determinado territorio se impuso; los avances, las ciencias naturales, la medicina, las leyes etc. fueron fruto de esa conciencia tribal.

Los temores y creencias inherentes a la cultura tribal son tan antiguos que prácticamente están programados en la conciencia humana y estrechamente relacionados con la familia, el dinero, el poder, el sexo y la autoestima e incluso hoy día siguen marcando los códigos de honor y deshonor. Del pensamiento grupal derivan de tradiciones religiosas, étnicas, culturales, sociales, comerciales, políticas o familiares y enseñan a los miembros de la tribu cómo ejercer control sobre el grupo o cómo ceder el control a las figuras de autoridad del grupo.

Todas las tribus, inclusive las organizaciones comerciales y sociales, se rigen por unas normas sobre por ejemplo el vestir, el comportamiento o el respeto por la jerarquía y no están obligadas a aceptar a nuevos miembros incondicionalmente. Si un miembro se niega a adoptar una conducta adecuada, se convierte en un marginado y acaba marchándose en busca de otra tribu en la que integrarse y compartir el poder.
El peligro de la lealtad tribal reside en que ésta se debe siempre y en todo momento a la tribu; la lealtad hacia uno mismo ocupa un lugar muy bajo en la lista de prioridades tribales.
Nuestras respectivas tribus nos introducen en la vida “del mundo”; nos enseñan que el mundo es seguro o peligroso, abundante o plagado de pobreza, educado o ignorante, un lugar del cual coger o al cual dar. De igual forma nos transmiten sus percepciones sobre la naturaleza de la realidad, algunas sostienen valores universales como “está prohibido matar”, otras sin embargo tienen por finalidad mantener las tribus separadas entre ellas.

Cuando compartimos creencias con grupos de personas, participamos en los acontecimientos energéticos y físicos creados por esos grupos.

Por ejemplo, cuando respaldamos a un candidato a un cargo político y gana, pensamos que nuestro apoyo energético y físico ha contribuido a ello; además, tenemos la sensación de que esa persona representa nuestros intereses, lo cual es una manera de experimentar físicamente el poder del otro.
Pertenecer a un grupo de personas o un grupo familiar con el que nos sentimos a gusto espiritual, emocional y físicamente produce una fuerte sensación de poder, esa unión nos capacita, y aumenta energéticamente nuestro poder personal y nuestras fuerzas creativas siempre que hagamos elecciones que no se opongan a las del grupo.
Dado el poder de estas creencias, sean correctas o equivocadas, es difícil estar en desacuerdo con la propia tribu, se nos enseña a hacer elecciones y tomar decisiones conformes a lo que aprueba la tribu, a adoptar sus modales sociales, manera de vestirse y actitudes.

Posiblemente el único poder que realmente tenemos es el poder de la elección, las elecciones que hacernos durante nuestra vida constituyen nuestras marcas características tanto en la dimensión física como energética, pero bajo la conciencia tribal, nuestro poder de elegir está controlado por las percepciones del grupo. Vemos lo que ve el grupo, creemos lo que cree el grupo, amamos lo que ama el grupo y odiamos lo que odia el grupo. Aunque eso nos procura una sensación de seguridad, inhibe el desarrollo de nuestra capacidad de pensar por nosotros mismos.

En la conciencia tribal no existe la responsabilidad personal de forma bien definida, de modo que es mucho más fácil esquivar la responsabilidad en las consecuencias que tienen nuestras decisiones personales en el ambiente tribal. Según el razonamiento tribal, es aceptable justificar los prejuicios personales diciendo: “en mi familia todos piensan así” 

Es dificilísimo salirse de la zona de agrado que acompaña a esas justificaciones; sólo tenemos que pensar en la cantidad de veces que oímos: “Todo el mundo lo hace, ¿por qué yo no?”  Este argumento es la forma más rudimentaria de evadir la responsabilidad de todo tipo de actos inmorales, desde la corrupción, la evasión de impuestos hasta quedarse con el cambio de más que da el dependiente de una tienda.

Está claro que por más que tratemos de convencernos de que hemos evolucionado más allá de la conciencia tribal, esta sigue actuando poderosamente, bajo esta conciencia los individuos dejan que la tribu tome decisiones importantes en su lugar.

La tribu distorsiona el concepto de JUSTICIA, con conceptos como la ley del “ojo por ojo, diente por diente”, y trata de mantener el orden social con ideas como: “es justo tratar de vengarse por actos dañinos contra la tribu”; “es justo hacer todo lo que sea necesario para protegerse y proteger a la propia familia”; “es justo ayudar a los familiares en actos venganza”; o “es injusto ayudar a alguien que no pertenezca a la tribu y a quien la tribu considera una amenaza o un peligro”.

En nuestra vida, cuando llega el momento en que debemos superar viejos conceptos y renunciar a lo que impide nuestro desarrollo, con frecuencia creemos equivocadamente  que tomar la decisión de “recoger nuestras cosas y marcharnos” es una traición. Podemos trabajar durante años para una empresa, convencidos de que ésta nos proporcionará una pensión de jubilación, y encontrarnos de pronto de patitas en la calle debido a un recorte de personal. Podemos casarnos, convencidos de que pasaremos el resto de nuestra vida con nuestro cónyuge, y descubrir al cabo de veinte años que éste o ésta se han enamorado de otra persona.

Desde el punto de vista tribal, esos actos son traiciones. Mientras los consideremos traiciones, tardaremos años en recuperarnos y habremos malgastado una gran cantidad de energía. Pero si aprendemos a contemplarlos simbólicamente veremos que constituyen la señal de que debemos desprendernos de las creencias pertenecientes a la mentalidad tribal y evolucionar hacia otros estadios de conciencia.

La información, en el sentido de transmisión de datos, no es sino otra palabra convencional que significa energía; internet, el correo electrónico, el teléfono móvil, la televisión por cable y por satélite contribuyen a la auténtica unificación de nuestra comunidad global y contribuye a que la conciencia actual tienda a ser holista por naturaleza, esto es, hace que la gente contemple la vida a través de la lente de la unidad en lugar de la lente de la división.
Aunque en muchos casos la ley tribal sea necesaria, está claro no refleja el razonamiento del universo.



viernes, 9 de febrero de 2018

BIOFEEDBACK

Una de las terapias que siempre me llamó la atención y que cada día cuenta con mayor aceptación y utilización para mejorar la salud y la calidad de vida física y psíquica, es la biorretroalimentación o “biofeedback 

Más que una terapia, es una técnica, un medio para ganar el control de los procesos del cuerpo, aumentar la relajación, disminuir el dolor, y desarrollar modelos más sanos, más eficaces para hacer frente a los problemas de nuestra vida. 

La técnica consiste en la utilización de instrumentos precisos que miden la actividad fisiológica como son las ondas cerebrales, la función cardiaca, la respiración, la actividad muscular y la temperatura de la piel. Estos instrumentos con rapidez y precisión 'retroalimentan' información al usuario. La presentación de esta información - a menudo en combinación con cambios en el pensamiento, las emociones y la conducta - apoya los cambios fisiológicos permitiendo al usuario aprender como cambiar su actividad fisiológica a efectos de mejorar la salud y el rendimiento. 

A través de estos instrumentos externos y aparatos de medición, el biofeedback nos da la información sobre nosotros mismos con un sistema de retroalimentación que nos informa del estado de la función que se deseamos controlar de manera voluntaria. 

Con el tiempo, estos cambios se pueden sostener sin el uso continuo de un instrumento. 

Tenemos pues consciencia de las funciones biológicas que en condiciones normales no se perciben, como la frecuencia cardiaca, la presión arterial o la conductancia de la piel. Esta información nos llega en forma de estímulos visuales o auditivos que nos informan sobre el estado de la función fisiológica concreta. Puede utilizarse una escala graduada o una fila de luces que se iluminan o apagan en función del incremento o disminución de la respuesta fisiológica. En algunas ocasiones se emplean sonidos que cambian de intensidad o tono.
En una sesión típica del biofeedback, los pacientes se sientan cómodamente en una silla y se le conecta al biofeedback por unos sensores conectados en la superficie de la piel en varias localizaciones del cuerpo (generalmente los dedos). Los impulsos eléctricos de estas localizaciones se registran y se reflejan en un monitor de ordenador en la forma de gráficos o de otras representaciones visuales como dibujos en movimiento en la pantalla. Además, el paciente puede recibir aumentos y disminuciones de un sonido o de una gráfica, dependiendo de la actividad del sistema del cuerpo.(ejemplo: cambios en la temperatura de la piel o del ritmo cardiaco).
El entrenamiento de Biofeedback nos familiariza con la actividad en diversos sistemas de nuestro cuerpo y de esta forma podemos aprender a controlar nuestra actividad para disminuir la tensión y mejorar la salud, nos permite saber cuándo estamos cambiando nuestra fisiología en la dirección deseada. Este proceso de entrenamiento es educativo con él aprendemos habilidades de la relación mente/cuerpo, familiarizándonos con nuestras reacciones psicofisiológicas asociadas a la tensión (nervios, ansiedad), y aprendiendo a controlarlas.

El biofeedback clínico sigue el mismo principio, usando los instrumentos especializados para vigilar varios procesos fisiológicos mientras ocurren. Los gráficos móviles en una pantalla del ordenador, los pitidos o unos números, "reflejan" cambios mientras estos ocurren en nuestro cuerpo.
Actualmente esta técnica se aplica en varias clínicas y hospitales Españoles y diferentes asociaciones internacionales señalan que el biofeedback es eficaz contra el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), el dolor crónico, la fibromialgia, el estreñimiento, la epilepsia, las migrañas, la hipertensión arterial, los problemas psicomotrices, la enfermedad de Raynaud y las disfunciones temporomandibulares. 

Uno de las ventajas principales del biofeedback es que proporciona un incremento de la capacidad de relajación, gracias a que el entrenamiento propio de esta terapia enseña a controlar la respiración y a reforzar la concentración de manera autónoma. Esto nos proporcionará un estado interno de tranquilidad y también provocará un aumento sustancial en nuestra autoestima y confianza lo que, a su vez, nos ayudará en la toma de decisiones.