Está demostrado científicamente que durante la meditación
tienen lugar cambios funcionales (con aumento
de la plasticidad cerebral), que mejoran la coordinación entre las
conexiones de los circuitos cerebrales y químicos disminuyendo la actividad
metabólica neuronal y aumentando de esta forma la inmunidad; por lo que
esta práctica puede ser de gran ayuda en aquellas enfermedades que producen
alteración en la atención, depresión, ansiedad, conducta, estrés, etc.
Para poder entender los efectos que produce en el cerebro la
meditación, se han llevado a cabo experimentos científicos con resonancias magnéticas y tomando imágenes
de la estructura cerebral de diversos voluntarios; se realizaron las pruebas dos semanas antes y dos
después de efectuar un curso de meditación de un plazo de ocho semanas, el cual incluía reuniones presenciales y grabaciones
para continuar la práctica en sus casas.
El análisis del las imágenes arrojó como resultado un aumento de la densidad de materia gris en el hipocampo, zona asociada al aprendizaje y la memoria. A su vez, hallaron una disminución de la materia gris en la amígdala cerebral, la cual se tradujo en una disminución del estrés de los participantes.
Con estos estudios se puede concluir que la meditación abre las puertas a
nuevas terapias en el tratamiento distintos tipos de
estrés, dificultades en el aprendizaje, la falta de memoria etc.
Ser conscientes de la plasticidad del cerebro nos coloca en
un rol activo a la hora de realizar cambios a través de la práctica de
la meditación: gracias a este hallazgo podemos afirmar que contamos con nuevas herramientas
para responsabilizarnos de nuestra calidad de vida.
Que la meditación mejore la coordinación entre las neuronas y
altere los circuitos cerebrales de forma positiva, ratifica la clara relación entre nuestras neuronas y las
emociones.
En estos experimentos también se observó un aumento
significativo de la conectividad o plasticidad cerebral a nivel de las fibras
de la sustancia blanca, que conectan las estructuras profundas como el
tálamo con la corteza parietal superior izquierda (parte del celebro que
controla la consciencia de uno mismo).
Todos estos cambios se relacionan con los años de meditación, es decir, a más meditación más se modifican
estos elementos.
En otro orden de
cosas, los cambios cerebrales que produce la práctica habitual de la meditación
en algunos individuos tienen puntos en común con los que se
observan en el estado de iluminación o éxtasis místico. La estimulación
del lóbulo temporal deja vía libre al mundo de las emociones y desconecta todos los circuitos cerebrales
situados en los lóbulos parietales que limitan y clasifican lo que viene
del exterior, de esta forma, el individuo entra en un estado en el que percibe con
extraordinaria intensidad y riqueza todo
lo que le rodea, se pierde el sentido del espacio y del tiempo y es frecuente
que se visualicen imágenes extraordinariamente luminosas.
La Plasticidad Cerebral
Entendemos por plasticidad cerebral la capacidad de las células nerviosas para regenerarse anatómica y funcionalmente a consecuencia de estimulaciones ambientales para conseguir una mejor adaptación funcional al medio ambiente El cerebro produce respuestas más complejas en cuanto los estímulos ambientales son más exigentes, para ello, tiene una reserva numérica de neuronas considerable para modular tanto la entrada de la información como la complejidad de las respuestas.
Entendemos por plasticidad cerebral la capacidad de las células nerviosas para regenerarse anatómica y funcionalmente a consecuencia de estimulaciones ambientales para conseguir una mejor adaptación funcional al medio ambiente El cerebro produce respuestas más complejas en cuanto los estímulos ambientales son más exigentes, para ello, tiene una reserva numérica de neuronas considerable para modular tanto la entrada de la información como la complejidad de las respuestas.
Esto conlleva el desarrollo de una intrincada red de
circuitos neuronales que necesitan de grandes concentraciones de neuronas
capaces de ajustar las nuevas entradas de la información y reajustar sus
conexiones sinápticas (enlaces neuronales). De igual forma que almacena los recuerdos, interpreta y emite respuestas
eficientes ante cualquier estímulo generando nuevos aprendizajes.
La neuroplasticidad
permite una mayor capacidad de adaptación a los cambios externos
e internos, aumentando sus conexiones con otras neuronas, y haciéndolas estables como
consecuencia de la experiencia, el aprendizaje y la estimulación sensorial y
cognitiva.
En el siguiente
enlace podemos acceder al documental de “Redes” donde se explica la
neuroplasticidad de una manera clara
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